Sunday 4 September 2011

Momentos de reflexion


El día de hoy marca el primer día del resto de tu vida. Aquí hay un método judío para que este concepto sea real.
por Joel Padowitz
El momento más auspicioso para embarcarse en un programa de auto desarrollo es el primer día del mes hebreo de "Elul". Por muchas generaciones, Elul ha sido un momento de cambio personal y renovación. Elul, como el mes que precede a las grandes festividades de Rosh Hashaná y Iom Kipur, es el tiempo específicamente reservado para la preparación de esos acontecimientos.
El Primer Elul
Para poner a Elul en una perspectiva histórica, recordaremos la historia del Pueblo Judío en el Monte Sinai. Habían cometido un grave error con el becerro de oro, y las cosas no se veían bien vis a vis en su relación con Dios.
Fue en el primer día de Elul que el proceso de reconciliación comenzó. Ese día, Moisés ascendió al Monte Sinai (por tercera vez), donde paso 40 días rezando en nombre de la nación. Al mismo tiempo, los judíos mismos sondaron las profundidades de sus corazones y renovaron su convicción de aceptar el desafío que habían recibido en el Sinai.
Cuarenta días más tarde, los judíos se habían elevado a sí mismos hacia una posición espiritual donde estaban aptos una vez más para una relación con la divinidad. En ese día Moisés descendió del monte con un segundo juego de los Diez Mandamientos, simbolizando el perdón de Dios y el restablecimiento de los judíos como las personas que deberían llevar el mensaje de Dios. Ese día de reunificación fue Iom Kipur, el día de la expiación.
Patrón de Cuarenta
¿Por qué el proceso tomó específicamente 40 días? Lo que es más, el número 40 aparece en decenas de lugares en la Torá. La primera vez que Moisés subió la montaña, también estuvo allí 40 días. Asimismo, en la historia de Noaj y el diluvio, la lluvia cayó durante 40 días. Los judíos vagaron por el desierto durante 40 años. Y un baño ritual judío ("Mikve") debe contener un mínimo de 40 unidades de agua. Y la lista de "cuarenta" es aun más larga...
Cuarenta representa el concepto de renovación -- un nuevo comienzo. Cuarenta significa que algo puede tener el mismo aspecto antiguo en su superficie, pero su esencia es totalmente nueva. Considere:
La primera vez que Moisés ascendió el Monte Sinai durante 40 días para recibir la Torá, los judíos fueron transformados de una colección de individuos en una nación. Los 40 días de lluvia de Noaj simbolizan el mundo partiendo de nuevo de cero. Los 40 años errando en el desierto fueron una transformación del Pueblo Judío, de estar arraigados a la mentalidad esclava de Egipto, a una que entiende la verdadera libertad. Y la inmersión en la Mikve es el símbolo judío consumado de renovación espiritual. (Similarmente, no es coincidencia que Dios designara 40 semanas para el desarrollo humano en el útero).
Los 40 días desde Elul hasta Iom Kipur fueron cruciales para renovar la relación entre Dios y el Pueblo Judío. Cada vez que percibimos a Dios como distante, podemos estar seguros que Dios no es el que se alejó. El pueblo se ha convertido en indigno de esa relación intima. Pasaron los 40 días cambiando su interior, y desde entonces, Elul es el momento ideal para la mejora personal y la renovación.
¿Quién te Gustaría Ser?
Los sabios enseñan que desde el momento de la concepción humana, toma 40 días para que el alma entre en el cuerpo por primera vez.
Iom Kipur, que acontece 40 días después de Elul, es el día de renacimiento espiritual. Es decir, es el día en que un "nuevo tú" nacerá. Así el primero de Elul marca la "concepción" del nuevo tú espiritual.
El desarrollo necesario para recibir tu alma renovada comienza ahora.
Así que, ¿quién te gustaría ser dentro de 40 días? Imaginemos por unos minutos que todo es posible. Supón que podrías eliminar todo lo que es malo y mejorar todo lo que es bueno sobre ti. ¿Quién te gustaría ser?
Dedica unos minutos visualizando el "tú" ideal. (Es mejor escribirlo en una hoja). Piensa en este tipo de preguntas:
-¿Qué clase de amigo, padre o madre te gustaría ser?
-¿Cómo actuarías en público?
-¿Cómo manejarías tus asuntos privados?
-¿Qué hábitos te gustaría romper?
-¿Cómo te gustaría hablar?
-¿En qué piensas dedicar tu tiempo y energías?
-¿Qué te gustaría entender?
-¿Sobre qué ámbitos te gustaría tener un mayor control?
-¿Qué cosas prefieres que no entren más en tu mente?
-¿En qué condiciones te gustaría que este tu cuerpo?
-¿En qué áreas te gustaría ser más cuidadoso?
-¿En qué áreas te gustaría tener menos preocupaciones?
Una vez que hayas generalizado el "tú" ideal, trata de describir a esa persona en los detalles más específicos posibles. Esto no quiere decir que te convertirás en esa persona el próximo año, pero si no sabes adonde estás tratando de ir, no llegarás nunca.
Articula algunos objetivos concretos. Ese es el primer paso para un cambio permanente hacia el bien. Como dice el Talmud:
En el camino que la persona quiere ir, ese es el camino en el cual será conducido. (Makot 10b)
Extraído de "Spiritual Accounting – A practical Guide to Permanent Change" por Joel Padowitz.

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